martes, 15 de noviembre de 2011

Caracas desde el ávila

Teleférico de Caracas

La ciudad de Caracas, capital de Venezuela, está separada del mar por la cadena montañosa de Ávila, que la protege de las sorpresas climáticas del Mar Caribe. Desde la cúspide del Ávila (cerca de dos kilómetros de altura sobre el nivel del mar) es posible admirar al mismo tiempo el valle de Caracas y el azul del Mar Caribe. Allí, casi bajo el mismo cielo, puede descansarse del calor y respirar aire puro y fresco. Se puede llegar hasta esta atractiva cúspide por los múltiples senderos turísticos muy bien habilitados del Parque Nacional Ávila o en un cómodo vagoncito del teleférico, una suerte de sendero aéreo suspendido por cables.

Este sendero aéreo fue construido, como muchas otras cosas en Caracas, durante el mandato del General Marcos Pérez Jiménez, e inaugurado para el amplio público el 19 de abril de 1956. Desde entonces se convirtió en uno de los atractivos de la capital.

En unos 15 - 20 minutos, la cómoda cabina, con capacidad para 8 personas, supera la distancia de 3,5 kilómetros y sube a los pasajeros a una altura de 1100 metros sobre Caracas. Allí esperan a los turistas un paseo por la cúspide, muchos catalejos que apuntan en dirección al mar y a Caracas, kioscos con souvenirs, flores y dulces locales que son traídos desde Galipán, poblado montañoso situado en las abruptas laderas orientadas hacia el mar. Por supuesto que resulta de un exotismo especial para los residentes del trópico la pista cubierta de patinaje sobre el hielo con una superficie de 470 metros cuadrados.

No hay comentarios.: